El RP Guillermo Oviedo y don Ricardo Belmont
A Ricardo Belmont le han dado de alma con su ley “obscena”. Lo han satanizado algunos, sacándole sus trapitos al aire y otros, lo han llamado hasta el san Martincito del Congreso porque con ese proyecto ha logrado unir a los congresistas de todas las bancadas, como también a unificar criterios entre periodistas que en la vida cotidiana jamás se darían ni siquiera la mano.
Los primeros y los segundos le han disparado bombazos que en realidad han dejado tambaleante al congresista Belmont y a nosotros nos llama a conmiseración.
Desde este púlpito de papel le damos la razón a don Ricardo Belmont, por eso desde el 15 del presente mes hemos tomado la decisión de cambiar el rostro del chino bandido por el rostro de un chinito alegre, respetuoso pero al mismo tiempo de carácter. Ya verán a un Chino Renovado desde el 6 de julio.
Pero lo que nos llama la atención es la actitud de dos colegas que conducen el sintonizado programa “Habla el Pueblo”, en especial uno que todos los días muestra los ejemplares pasados del Chino. Nos gustaría, amigo Romero que muestre los del día, lo que sería correcto. Igual a nuestro amigo Pepe Rocha, a quien conocemos hace años desde cuando creamos al “Perro Conteras” en canal 2.
Ya pues José, no te mandes contra el actual Chinito que se está acercando a la gran familia peruana.
Pero aquí viene lo de fondo. Saludamos que don Ricardo Belmont (como todo ser humano en años avanzados) haya sido estremecido por una voz interna que brota de su corazón y que desde un tiempo a esta parte se haya arrepentido de todos sus pecados.
Eso es tan evidente como haber creado el gran programa “A Corazón Abierto” con su amigo de la infancia el sacerdote Guillermo Oviedo. Apuesto cinco contra uno que el ex alcalde de Lima y ahora congresista por obra de Dios, es un verdadero converso y eso nos debe llenar de alegría. Bendecido sea.
De allí, de su arrepentimiento en público, y quizá asesorado por su amigo, un brillante teólogo del Opus Dei, lo ha llevado a preparar ese proyecto de ley, sin imaginar que iba a ser perseguido, humillado y lacerado por las infamias de los pecadores. En eso lo apoyamos. Todos tienen derecho espiritual de la conversión por la magnanimidad del Creador. Su deseo de convertir a medio mundo con la bandera anti obscenidad y anti pornografía no es malo, pero creemos que le faltó más profundidad. Bueno, todavía está a tiempo para recargar en la próxima legislatura.
Bendiciones.
http://www.elchino.com.pe/hoy/indice.asp?pub=01&strname=CHSamurai01
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